Hay días que no merecen ser respirados.
De esos en que abrir un ojo es anuncio de pura calamidad. Pero no calamidades grandes y aniquilantes, sino cuchillitos de palo, piedritas en el zapato, pequeños "chingaquedito" que ni son nada y al final lo que hacen es no dejar nada.
Que cuando quieres algo el Universo conspira para que tú lo tengas.
Tal vez para mantener el equilibrio cósmico
a veces la conspiración va contra ti y ni modo.
[Café café café café café café café café...
frío
pedacito de hielo que se deshace al contacto...
azúcar y cafeína]
Hoy no hubo café para mí.
[Tal vez tal vez tal vez
y que aquí y allá y que cuando se cierra una puerta se abre una ventana
y que al que no habla Dios no lo oye]
Y el cuarto era más como un Sótano sin puertas ni ventanas,
donde nadie llegaba y Dios estaba de vacaciones...]
Hoy no hubo respuestas para mí
[Beso beso beso beso beso beso
aquí, allá, acuyá por favor!
sólo uno... muchos, todos, los que sean...
Y el monopolio de esos besos suyos no era mío]
Hoy no hubo besos para mí.
Qué día!
El mediocre
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* El mediocre*
Critica, pero no se atreve.
Juzga, pero no es capaz.
Aspira, pero envidia.
Señala, pero es cobarde.
Es inútil, pero existe.
Hace 1 año
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